lunes, 29 de octubre de 2012

Sentir, pero no ver.

El silencio acompaña este vacío que me corroe, este intenso vacío que me come por dentro. Es algo doloroso, extraño. Puedo pasar de 0 a 100 en menos de un segundo. No lo entiendo, hace dos segundos estaba bien, riendo, ¿porqué ya no? Todo es tan raro, tan incomprensible. No te importa ni sonreír ni no hacerlo, solo te importa saber el motivo de tus lágrimas, saber el motivo de tu dolor, de ese dolor que no puedes ver con tus propios ojos, de ese dolor que sientes allá dentro de ti y no sabes que hace ahí. Te falta algo y a veces te cuesta adivinar el que. Tu rostro aparenta estar bien pero si te miran fijamente a los ojos, sabes que te derrumbas...

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