Hola soy tu sonrisa.
Me robaste la imaginación,
me la robaste cual ladrón.
Pues un día de mi lado desapareció,
y ni se despidió.
La busqué,
pero no la hallé...
Te la llevaste
y regresar no la dejaste.
Desapareció sin más,
pensé que no volvería jamás.
En blanco todo lo dejaste,
menudo desastre organizaste...
Mi creatividad no estaba,
y yo la necesitaba.
Entonces apareciste,
y mi imaginación me devolviste.
Perdón me pediste,
y un "lo siento" me dijiste.
Y entonces seriamente susurré:
te voy a perdonar, murmuré.
Pero olvidar me va a costar,
es un alto precio que deberás pagar.
Pues ahora tu mi confianza no posees,
y aunque simple parezca, no lo es.
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