miércoles, 30 de diciembre de 2015

Vida Viviente.

Caprichosa como la reina de este baile que no tiene música ni acompañante, caminante por este mundo de idiotas va desnuda de miedos pero se tapa con unos cuantos recuerdos.
 Así es la vida, como una bailarina que no para de dar vueltas sobre sí misma, con la cabeza alta y los pies descalzos. Alzo la mirada para pedirle explicaciones, pero ella nunca da respuesta solo complica las situaciones. He pensado tantas veces que cada uno es dueño de su destino, que cuando el mío se vuelve loco e imprudente vuelvo a pensar que nada es para siempre. No puedes fotografiar instantes y vivir en ellos constantemente, no puedes grabar los recuerdos a fuego y alimentarte de ellos cuando empieces a perder la partida, en este juego en el que la vida pone las reglas y tu solo avanzas casilla tras casilla perdida, aplastando a unos, tropezando con otros, apartando a tantos... para acabar donde ella quiere, como ella quiere, sola. Porque para vivir bien no hay que sufrir hay que aprender, para reír sin pensar en los problemas no hay que beber, hay que superar, para ser feliz no hay que fingir hay que sonreír de verdad. Como una montaña rusa ella sube y baja, como una bala perdida ella impacta, atraviesa y mata. Como un corazón roto ella duele, como un loco ella es mi debilidad y me puede. Como un beso robado ella gusta, como un abrazo sin motivo ella encanta. Como una canción bonita llena de rimas ella emociona, como un ladrón ella roba corazones con encanto. Y es que la vida no es fácil, ella se hace la difícil y por eso dicen que enamora tanto.

martes, 15 de diciembre de 2015

Direcciones.

Hemos perdido el Norte, el Sur, el Este y el Oeste buscando canciones que ya no suenan, letras que ya no se cantan, personas que ya no bailan por miedo a caer en redundancia. Hemos caminado a oscuras cuando el sol deslumbraba en lo alto, hemos besado a tientas y hemos querido a tantos... Hemos volado o creído volar  cuando abrazábamos a la distancia después de tanto tiempo separados. Hoy he cerrado los ojos por primera vez, después de leer que la sociedad vive con los ojos cerrados, quería comprobar que se siente al ser uno más y se es mucho más feliz viviendo sin cuidado. He soñado tantas preguntas sin respuesta, he vivido tantas respuestas a preguntas que nadie hace. He sonreído sin motivos y he motivado a sonreír sin sentido. He querido como nunca me quisieron y me han querido cuando yo no quiero. Vivo anclada a arenas movedizas que tratan de hundirme, yo las llamo pasado, otros las llaman recuerdos, algunos simplemente las llaman y ellas se vuelven complicadas. Olvido con miedo a recordar, vivo con temor a olvidar, a que me olvides. Tenía prisa y dejé pasar el tren de las siete en punto conformándome con el de las ocho y no leí el cartel de "Tren Sin Retorno". Se me hizo tan largo el viaje que olvidé de donde venía y perdí el interés por saber hacia donde iba. Entonces recordé algo que sí sabía; ese no era mi tren y el miedo a volver era el que me retenía. Y después de haber saltado pienso, da igual la dirección que escojas, el camino por el que andes o los escalones que decidas subir, porque si quieres que él te encuentre, siempre sabrás a donde ir.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Quítate La Venda

Cuando las historias de amor comienzan todos esperan comer perdices estando felices para siempre. Y es que cuando te tapan los ojos con una venda en la que pone "amor", todo parece bonito y de otro color. Las puestas de sol se vuelven grises, pero tu no puedes verlo. Las heridas no se hacen cicatrices, pero tu no puedes sentirlo. Las mentiras suenan reales y los besos saben iguales.
Los lo siento's parecen sinceros y los te quiero's verdaderos. Hasta que de repente tienes el agua al cuello, ahogando los recuerdos buenos y haciéndote pensar en todo aquello que tanto echas de menos. Personas, momentos... Te agobias pensando en que hiciste para merecer esto, todo este sentimiento vacío que te llena, todo este dolor que te impide ser tú misma y te quema. Entonces la venda cae y se coloca en tu boca, haciéndote ver todo lo que ocurre pero impidiéndote gritar todo el sufrimiento que te provoca. Es ahí cuando por fin ves que en la definición de amor no entran los golpes ni el dolor. Que cuando alguien te quiere no te empuja para no perderte, ni te insulta para tenerte. Cuando la soledad se convierta en compañera y el silencio en tranquilidad, desata la venda y vete sin más. Que nadie puede ayudarte si finges normalidad y escondes bajo una falsa sonrisa toda la verdad. 
La violencia no debería convivir con nadie, nadie debería vivir aterrado por culpa de la existencia de alguien. 

#NoalaViolenciaDeGenero

martes, 17 de noviembre de 2015

Frases Heladas

Con las manos heladas, el alma enrabiada y las palabras claras, me tiembla la voz si le grito al pasado. Disparo mentiras que atraviesan corazones pero que ni yo misma me creo, dando tiempo a que los recuerdos se vuelvan suicidas y salten al vacío que aún guardo en el lado izquierdo. Respiro hondo antes de abrir los ojos cada vez que parpadeo para hacer borrosa la realidad, por si lo que veo me consigue asustar. Pero el miedo es tan pasajero como el amor; querrás a alguien hasta que encuentres a alguien que te haga sentir mejor, temerás algo hasta que descubras que hay algo mucho peor. A mi me asusta el silencio que produce la gente cuando se rompe, cuando sus pedazos caen al suelo y se te clavan en la suela de los zapatos. Nada es capaz de unir las piezas de un corazón roto, de un alma triste anclada a la soledad, sin cuerpo mediante el que respirar, sin voz mediante la que gritar. Con los puños de la sudadera me cubro las manos como si eso fuera a quitarme el frío, con sus abrazos me cubro las heridas como si eso fuera a quitarme el dolor. Busco calor en frases sin sentido que me dijo cuando llevaba dos tragos de más. Encuentro realidades entre sus silencios que me niego a creer por si son bromas disfrazadas de verdad. Con las armas cargadas de paciencia agotada me dispararé en un hombro, acabaré con la gente que habla a mis espaldas pero el problema es que también con quien me las guarda. Y es que si la amistad fuera tan efímera como un disparo, caminaríamos de espaldas al futuro asustados, por si los fantasmas del pasado vienen armados con puñales a recordarnos por qué los abandonamos.

martes, 3 de noviembre de 2015

¿Ignorantes?

Las historias ni se borran ni se olvidan, los recuerdos ni mueren ni pasan a mejor vida. La realidad suicida que habita cada corazón roto no se enamora de otro cuando echa de menos estar unida. Daría mi último aliento por pegar cada parte de mi sonrisa y hacerla eterna, pagaría con todo mi tiempo por poder escuchar su risa una última vez, la risa de esa niña que no sabía nada pero que se comía el mundo con su alegre ignorancia. Ando soñando que lo que vivo no es sueño si no camino, que lo que ocurre no es casualidad sino destino, que lo que siento no es capricho sino derecho divino. No temo perderme de nuevo, temo que me encuentren las sombras del pasado que me persiguen e intentan vencerme. Me siento fría pero mi corazón late tan fuerte que poco le falta para romper la coraza de hielo que de tropezar con la misma piedra todavía me salva. El mundo esta lleno de ignorantes que afirman haber amado a más de diez personas distintas, que creen haber estado con "el amor de su vida" más de diez veces seguidas. Calificar de importante lo singular y pasajero aún me parece mentira. Oigo todavía las voces de alguien a quien hace meses que no escucho, me recuerdan las frases que me impedían dormir, y cuando esas frases vienen de personas distintas, hay algo en mi que me obliga a huir. Y odio correr sin rumbo con los ojos cerrados para evitar ver por todas partes a los fantasmas del pasado. Porque antes o después tropiezo con algo que ya había tropezado antes, y me siento ignorante, porque todo lo que aconsejo no hacer lo hago y todo lo que recomiendo no dar, para cuando quiero darme cuenta, ya lo he dado.

jueves, 15 de octubre de 2015

Vacío Lleno de Agujas

Si hoy escribo es porque siento como algo dentro de mi me lo pide a gritos, porque noto como una parte de mi necesita algo, un suspiro interminable que saque todo lo sucio de dentro, o un abrazo inacabable que cure todas las heridas de fuera. A veces siento como los vacíos aumentan con el paso del tiempo, como si llenarlos de aire no bastara para dejar de sentirlos. Son cada día más los que se van y cada vez menos los que se quedan, yo me incluyo en el grupo de los que están hasta en las malas, pero no esperes que todos los jugadores muestren sus cartas. Lo cierto es que por mucho que mires hacia otro lado el dolor va a seguir existiendo, las agujas seguirán clavadas en tu piel y cada vez que respires hondo notarás como atraviesan tus pulmones ahogándote. Hablo de agujas como sinónimo de recuerdos venenosos, que nos consumen durante horas, hasta dejarnos inmóviles frente a un techo cansado de escucharnos cada noche. Aunque yo soy más de callar, de encerrar el dolor en una jaula y notar como araña el interior de mi alma hasta desgarrarla por completo. Tonta sería si dejara que todo lo malo saliese de golpe, porque lo primero es que no sé a quien iría a parar. Y lo segundo, no tendría nada sobre lo que escribir, no tendría vivencias que me recordaran como no cagarla de nuevo. Hoy sonrío pensando que la felicidad está en mi, encerrada en la misma jaula que todo ese daño que tanto grita, luchando contra él para matarlo, pero yo no quiero que muera, porque sin cosas malas tampoco habría cosas buenas. Sabiendo esto sonrío aún más todavía, porque si a pesar de los recuerdos me atrevo a decir que soy feliz, es porque soy mucho más fuerte de lo que nunca fui.

lunes, 12 de octubre de 2015

Paciencia.

Pierdo la esperanza buscando la paciencia perdida entre los versos de este poema. Mantengo la mirada alta como si fuera a olvidar todo lo que me condena. Nada de lo diga podrá curar lo que no dije, lo que me grité en silencio o lo que me callé gritando. Doy tumbos por un camino que no es ni de rosas ni de espinas, nazco de las cenizas de mi misma después de prenderme fuego para soldar las heridas. Daría lo que fuera por olvidar, por recuperar la paciencia que tuve y transformarla en soluciones a los errores que cometí creyendo no cometerlos. Lo cierto es que aprendo de cada fallo, pero yo ya no siento ni me callo nada. Damos más de lo que esperamos recibir pero siempre seguimos esperando, andando por el mismo camino una y otra vez, tropezando con las mismas piedras como si la memoria de pez nos impidiese recordar que eso ya lo hemos vivido antes. Tengo tanto miedo como asombro al encontrarme sola si ningún hombro en el que poderme apoyar. Pero ya me da igual, prefiero la soledad a las mentiras o a la falsa compañía, al frío de esperar abrazos de personas que saludan con dos besos o que solo dan la mano. No necesito nada, aunque mi alma lo necesite todo. Donde un día llovió a mares podrá salir el sol, pero a donde un día prefería estar en tus ojos en vez de en la vida, jamás podré volver sin rencor. Corrían recuerdos por mis venas que me impedían ser yo, llovía cuando los sustituí por valor y volví a ser lo que hoy soy.

domingo, 11 de octubre de 2015

Soñando Mentiras.

Dejé de escribir porque temía la repercusión de mis palabras. Temía que volarán tan alto que ni mi vista pudiera alcanzarlas. Y ese es el problema de las palabras; que son hachas de doble cara, que se clavan en espaldas y en el corazón cuando te abrazan. Yo conocía el sabor de las mentiras, porque estaba harta de tragármelas. Él sabía cual era el color del dolor, porque día tras día podía verlo en mi interior. Y aún viendo y sabiendo a ninguno nos importó, porque yo seguía sufriendo y él mintiendo por amor. Creemos en lo que pensamos que nos dolerá menos, nosotros no pensábamos por miedo a dejar de creernos. Y me asusta reconocer en la jaula en la que por miedo a escaparme me encerré. Y me asusta pensar que cuando quise salir ya no sabía ni como podría vivir fuera de allí. No era feliz, aunque día tras día me autoconvencía de que sí. Y que fácil es engañarse a uno mismo para transformar las penas en problemas y buscarles la solución más sencilla. Ya no veo las cosas como las veía, ahora leo lo que escribía y me tiembla la voz recordando cada frase que por miedo no decía. Sentía sentir tanto por un fantasma que no existía... Habría ido al fin del mundo si me lo hubiera susurrado al oído, pero cuando desperté del sueño me di cuenta de que todo había sido un engaño que yo no había pedido. No todo lo que refleja el espejo es verdad, me gritaba dormida mi subconsciente. Demente loca aturdida que se despertó sola, con la almohada llena de recuerdos de un sueño que paso a mejor vida.

sábado, 10 de octubre de 2015

Avanzando.

La vida cambia cuando los escalofríos se vuelven solamente frío, cuando el corazón se transforma en un profundo vacío y los te quiero's ya no son más que ruido. Tarde o temprano descubres que las mariposas se han vuelto lombrices, que las promesas que nadie ha cumplido han echado raíces, que el amor cuando se va transforma a los locos en infelices. Los segundos se detienen y ya no son de fiar, unas veces corren y otras parecen guerras que jamás se van a acabar. Queremos lo que nadie quiere; sinceridad, lo que nadie busca; saber la verdad. Volvería a volverme loca por cualquiera que me hiciera reír, pero sé que no le contaría nada hasta que supiera que jamás se podría ir. Llevo leyendo el mismo libro toda la vida, uno lleno de borrones e historias a medio contar. La verdad, no soy capaz de arrancar las páginas que no me gustan, soy más de luchar por ellas hasta que las consigo olvidar. Daría lo que fuera por encontrarle un rayo de sol a cada una de las tormentas que rondan por el interior de mi cabeza. Ojalá me acostumbrase al clima de montaña que habita en mi corazón. Y la razón por la que sigo sonriendo aún sin tener razones para hacerlo es sincera, porque de sencilla no tiene ni un pelo. Lo sé y lo siento, el haber querido con tanto sentimiento. Tontería sería hacer caso al destino, teniendo en cuenta que puedo retrasar las despedidas pero no alargarlas para siempre. Y pensando en frío, sé que aunque hubiese leído mi futuro en una galleta de la no fortuna, habría vuelto a tropezar con los mismos errores a propósito, para tomar otras cervezas con el dolor y reír por fuera, mientras mi alma se emborracha de recuerdos amargos que queman.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Esperando Una Ola.

Siempre he creído que la clave está en esperar, que la paciencia es una virtud y no una condena. Pero cuando el tiempo te apresa en el mismo segundo, que se repite día a día, no sirve de nada ser paciente. Tenía esperanza en que la calma me arrastrase a alguna orilla mejor, como las olas con las botellas que esconden declaraciones de soledad. Tenía fe en mi capacidad de aguante ante el constante romper del mar contra mi corazón, como si este fuese una roca más contra la que chocar. Nunca perdí la razón ni el por qué de mi constante lucha contra la sombra que me perseguía, y hasta que no acabe con ella no me di cuenta de que era la mía. Perseguí fantasmas que no existían, encontré problemas donde no los había. Veía grises donde todo era blanco o negro y todo porque esperaba que llegase algún momento bueno, pero sin hacer nada por conseguirlo, como si el mismísimo océano fuese a traérmelo a la playa en la que tomaba el sol bajo una sombrilla. Pero ya no hay olas, ni náufragos que escriban mensajes en botellas. Ya no hay tiempo suficiente para esperar, el tiempo se nos agota con tan solo respirar. No puedo sentarme a ver como todo acaba, esperando a que ocurra algo o a que alguien aparezca de la nada. Necesito vivir y la mejor forma de hacerlo es levantarme de esta orilla de angustias y nadar hasta otra en la que me hagan reír.

lunes, 20 de julio de 2015

Valor(ate)

Somos fuertes para lo que queremos, luchamos por cosas en las que creemos pero con el tiempo olvidamos. Soñamos tantas veces con algo que vemos imposible, que cuando lo logramos pensamos que por fin somos felices. Nos conformamos con poco sabiendo que en el fondo merecemos más, sonreímos sin miedo pensando que lo bueno jamás se acabará. Siempre vemos más fácil solucionar los problemas de los demás, pero cuando nos miramos al espejo somos incapaces de ver la realidad. Daría lo que fuera por ser capaz de avanzar sin necesitar el empujón de nadie, ojalá pudiese alcanzar el cielo yo sola. Vivimos vidas equivocadas persiguiendo metas que no están hechas a nuestra medida. Siempre queremos más de lo que tenemos, pero es más fácil abandonar cuando todo se va a pique que seguir persiguiendo objetivos invisibles. Iría al fin del mundo por demasiadas personas, haría lo que fuera por ver feliz a gente que ni se lo merece. Anteponemos sus sonrisas a las nuestras, sabiendo que ellos jamás harían lo mismo por nosotros. Los días grises siempre lo nublan todo, nos sentimos solos porque nos da miedo gritar pidiendo socorro. Ninguna mirada me tranquilizará más que la suya, pero parece que sus ojos no están cuando mi alma pide ayuda. Que la soledad nos haga ver que la felicidad está en nosotros, aunque a veces necesitemos el apoyo de otros para sonreír de verdad. Tu sonrisa vale oro, que te lo recuerde quien lo aprecie y lo sepa valorar.

domingo, 21 de junio de 2015

Confía.

La confianza es andar por un hilo tan fino como un cabello, con los ojos vendados y sin saber que hay debajo. Caminas recto siguiendo una oscuridad infinita que desconoces. Tal vez el hilo tiemble, tal vez el hilo se tambaleé, pero tu seguirás ahí, confiando en que si caes habrá algo blando debajo, o que al menos alguien agarrará tu mano. Las pruebas de confianza consisten en cerrar los ojos y dejarse caer. Tal vez ocurra lo que esperas, o tal vez el golpe sea tan fuerte que te enseñe de una vez por todas la lección. Siempre creemos haber aprendido, pero siempre hay una pregunta que no está en los libros que hemos estudiado, o en los golpes que ya nos hemos dado.
Siempre confiamos ciegamente, nunca conseguimos quitarnos la venda de los ojos. Siempre caminamos perdidos libremente, pero de repente alguien nos coge de la mano y nos guía. Al principio todo parece una fantasía pero después te sueltan, prefieren guiarte con la voz que darte la mano. Hasta que después de un tiempo llega un día en que esa voz que te guiaba deja de sonar. Un profundo silencio te invade y ya no sabes si seguir o parar. Asusta la idea de caer, de tropezar. Acostumbrados a la compañía nos volvemos a acostumbrar a la soledad. Una soledad que nos acompaña como los anuncios en la parte más interesante de la película. Confiar consiste en saber que aunque hoy estés solo, mañana llegará alguien que te volverá a acompañar. Confiar consiste en perderse y saber que alguien te va a encontrar. Confiar consiste en saber que quien te encuentre te va a cuidar. Confiamos en quien creemos mejor, pero hasta que no vemos los peor de esa persona, no sabemos si podemos confiar o no. Confía en quien tu quieras, pero sobre todo confía en ti; verás que si te caes, tu solo te podrás
levantar.

lunes, 11 de mayo de 2015

Mira Más Allá.

A veces los días amanecen grises y no sabemos muy bien por qué. Hace calor, notas como los rayos de sol queman ligeramente tu piel, pero el cielo está lleno de nubes. Son ese tipo de días que por más que avances parece que el camino solo va cuesta arriba. Te cansas con facilidad, necesitas parar a respirar cada tres pasos que das. Intentas convencerte de que es un día más, de que la cuesta tan solo es algo mental, de que pasará rápido y mañana será un día mejor. Pero en tu cabeza hay una voz que insiste en que no puedes más, en que hoy no es un día del montón, en que hoy necesitas un empujón para seguir. 
Y mientras tu cabeza inquieta piensa, tu corazón se siente solo porque no ve a nadie capaz de ayudarte. No encuentra ese apoyo del que tu mente no para de hablar, ese brazo que te cogerá y te ayudará a escalar la cuesta, o ese hombro que estará ahí para consolarte cuando te rindas y caigas rodando. Realmente es la preocupación lo que despierta tus recuerdos, y te hace pensar en esos momentos en los que no te faltaron abrazos cuando los necesitaste. Esa sensación de necesitar algo y no tenerlo, ya sea por errores, por cagadas si hablamos más libremente, por fallos, por mentiras, por despedidas antes de tiempo o por razones que solo un viaje en tren puede acortar, esa sensación de vacío interminable que te invade, no es real. La cuestión es que cuando nos empeñamos en ver el día gris, olvidamos que por encima de las nubes hay alguien capaz de echarnos una mano. Solo tenemos que abrir los ojos y darnos cuenta de que el camino solo está cuesta arriba dependiendo desde el lado en que lo mires.

domingo, 1 de marzo de 2015

Ilusiones que Ahogan.

Siempre tratamos de buscarle una explicación a todo para consolarnos; decimos que todo ocurre por algo, que algo ocurre y lo cambia todo. De algún modo las cosas malas siempre tienen un por qué y las buenas un "¿por qué no?". Intentamos alegrarnos con cada rayo de sol, pero se nos escapa una lágrima cada vez que llueve en nuestro interior. Rompemos las cadenas que nos mantienen en el fondo y a base de ilusión huimos de lo más hondo. Nadamos hasta una superficie que nunca llega, y al sacar la cabeza notamos como la luz de la realidad nos ciega. Me gustaría vivir en eternas mentiras de esas que no duelen nada, pero la verdad es tan dura que con solo una mirada ya te hunde. Y da igual cuando aire hayas cogido, no importará cuanto tiempo hayas vivido, que si el error que vas a cometer te va a hacer feliz lo mas mínimo, ni tu propia conciencia conseguirá quitarte el ánimo. Serás como una bomba cargada de ilusión corriendo hacia un incendio, ardiendo entre deseos por lograrlo, por conseguir alcanzarlo sea cual sea el precio a pagar. Y aunque sepa que me voy a ahogar preferiré nadar hacia el fondo, para coger impulso y llegar a la superficie, para gritarle al mundo las verdades que escondo.



domingo, 15 de febrero de 2015

Paciencia Desaparecida

A veces simplemente la paciencia desaparece. Los días brillantes se vuelven oscuros. Los ojos bonitos se cierran y las sonrisas se cansan de reír. Los abrazos de funden con el dolor y se convierten en distancia. La esperanza en olvido. Los labios dejan de fundirse entre sí para obligarse a despedirse. El dolor es tan real que la piel de gallina se convierte en escamas de serpiente. Las palabras bonitas se transforman en venenosos susurros que te condenan a querer marcharte, o a querer sin más. A amar a quien no te ama, a desear a quien te deseará hoy pero no lo hará mañana. Caes desde lo alto de tus propias expectativas, como cae un jarrón desde la mesa, llegas al suelo y te rompes en mil pedazos. Te cansas de fantasear con un futuro vacío de suspiros, vacío de corazas que se rompen cada vez que el corazón late un poco más fuerte. Un tiempo muerto, un descanso de tantas promesas, de tantas ilusiones por cosas insignificantes. Dices que no esperas nada de nadie, pero pasan los días y sigues de pie esperando. Prefieres caminar sin rumbo durante meses, a esperar sentada a que alguien haga la mitad de lo que hiciste por el que vino gritando auxilio mientras reía disimulando. Fingiendo que estaba bien, como fingimos tantas veces papa evitar preguntas. Pero me he cansado de esperar respuestas, o de esperar que alguien sea capaz de escuchar lo que necesito responder. Avanzo callada entre un camino lleno de gente que no calla, escuchando a ignorantes criticar lo único que ahora una sonrisa me saca.

martes, 10 de febrero de 2015

Sociedades Ciegas.

Cuando sacas la cabeza del charco en el que te ahogas es cuando sientes el frío gélido de la realidad congelándote las lágrimas de insatisfacción antes lo que tus ojos, un tanto atónitos, están observando. A veces desearía volver a las ordenes claras, a los "esto es así porque lo digo yo", ya que hoy en día la libertad es tan relativa que cuando alguien pronuncia una orden en voz alta, en vez de pasársela dentro de maletines recubiertos de hojas verdes, el impacto es tan severo que me agota solo el pensar de que mi libertad empieza donde terminan los grilletes, sujetándome los pies al fondo del pozo en el que intentaron ahogar mis ideales. Tan solo mis ojos alcanzan a observar la realidad mientras grito auxilio al ver como es la ignorancia la que esposa a la sociedad, pero un montón de agua vuelve a ahogar mis delirios. La gente que camina con los ojos cerrados se pierde creyendo que ha llegado a la cima y sonríe porque así se lo hacen creer, les usan como ejemplos para que el 98% de la población cierre los ojos también. A veces parece que es tan poca gente la que tiene los ojos abiertos, tan pocas personas las que son capaces de ver más allá de lo que se dice. Las palabras se las lleva el viento, pero la realidad no puede volar lejos. La vida no es la que deseas sino la respiras. Gritos de auxilio recorren las calles con palabras que ansían ser escuchadas. Oídos sordos sientas sus culos en sillones mientras recogen maletines con las mentiras escritas que deben contarle al pueblo. Tan solo metáforas de como hasta el aire parece que nos ahoga y nos encierra en espacios tan pequeños que hasta nos asusta opinar. "¡Socorro mi casa está en llamas!", una forma absurda de decir que la sociedad en la que vivo está quemada ya que nadie se dio cuenta a tiempo, el incendio iba por dentro.

domingo, 8 de febrero de 2015

Dudas Que Riman

Hay momentos en los que simplemente necesitas desconectar de un mundo que deseas que sea de mentira, el desconocido país de Nunca Jamás pero sin un Peter Pan que te lleve a conocerlo. Cuando alguien hace una pregunta el cerebro humano tarda escasos segundos en responderla, menos cuando la pregunta es demasiado difícil y no tiene respuesta, o cuando lo difícil es pronunciar en voz alta lo que tus tímidos labios prefieren callar. Pero hay veces que las preguntas más breves son las que tienen las respuestas más eternas, en mi caso esa eternidad se ha convertido en meses. Meses de eternas dudas sobre que prefiero ver, si a mi riendo o haciendo reír a la persona que mis labios censuran con sonrisas cada vez que mi mente la piensa. Meses reflexión sobre "¿por qué?" o mejor dicho "¿para quien?".

Es difícil abandonar algo que necesitas más que respirar, 
algo que cubre las partes rotas de tu alma con tiritas, 
algo que resucita los recuerdos transformándolos en historias bonitas.
La felicidad es fugaz como una estrella;
transforma tu sonrisa en un disfraz
y las verdades en mentiras de verdad.
Y otra vez golpeo mi cabeza contra la realidad 
que me aturde cada mañana cuando suena el despertador,
la vida es la que respiras y no la que deseas aunque te cause dolor.
Aguanto la respiración unos segundos, 
a ver si llega de otro mundo el oxígeno que respiro. 
Prefiero tragar piedras toda la vida arriesgando,
que hacer lo mismo de siempre y fingir que voy volando.
Cogeré aire y me lanzaré de cabeza, 
si la tristeza vacía la piscina solo será un golpe, 
aunque sí está llena, puede que me ahogue.