lunes, 18 de febrero de 2013

Secretos.

Apretamos los dientes, nos mordemos la lengua y asentimos. Hay tantas cosas que querríamos decir. Hay tantas cosas que merecen ser dichas... Pero la realidad es mucho mas compleja que eso; si tú ahora dijeras todo lo que llevas tanto tiempo callando, ¿de qué serviría? 

Nos sacrificamos para no hacerles daños, nos callamos y nos tragamos toda la culpa, afrontamos solos una lucha interna en la que no formamos parte de ningún bando. Día a día somos nosotros los que aguantamos sin que ellos lo sepan, ¿pero qué pasa cuando hay involucrada otra persona? ¿Qué pasa cuando en la lucha hay un tercer bando? Pues es simple, el sacrificio es mutuo, ya no estamos solos en esto, lo compartimos todo hasta que una palabra no dicha rompe ese pequeño hilo que había entre los dos, separándoos, para siempre.


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