miércoles, 20 de febrero de 2013

Una realidad que no debería ser real.

A veces necesitamos que una pizca de la realidad sea falsa. Hay momentos en los que preferimos escuchar bonitas mentiras a dolorosas verdades. Vivir en un mundo de ignorancia, a veces, es mejor. Hay cosas que preferiría no saber, cosas que preferiría no haber tenido que ver. Hay cosas que me gustaría no sentir jamás, hay momentos que no desearía volver a vivir. A veces necesito injertarle una dosis de mentiras a mi cabeza, para que no piense tanto en esta horrible realidad. Cada mañana odio tener que abrir los ojos y ver que todo sigue igual, que nada cambia, a veces me pregunto el por qué. El por qué de la necesidad de auto mentirnos por el simple miedo que le tenemos a esta realidad. Una realidad tan imposible de creer, una realidad que debería ser ficticia, una realidad tan difícil que nos asusta el simple hecho de que pueda ser cierta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario