martes, 22 de octubre de 2013

Juguemos a un juego.

-Vamos a jugar a un juego. Cada vez que tus labios pronuncien una mentira, yo te doy un beso.
Le dijo vacilante.
-Te quiero.
Le contestó sonriente mientras
esquivaba el beso que ella iba a darle.
-Me parece que no has entendido las reglas del juego.
Le dijo ella algo extrañada.
-Las he entendido perfectamente, parece que eres tu la que no entiende lo que pasa.
Le contestó él aún más sonriente.
-Y... ¿qué pasa?
Preguntó ella algo desconcertada.
-Que te quiero.
Le contesto él muy convencido.
-¿Me quieres? Pero.. ¿querer en que sentido?
No sabía que decirle.
-Te quiero de la única manera que se querer. Te quiero junto a mi, te quiero tener a mi lado para darte los buenos días, para llamarte cuando te necesite. Te quiero para sonreír durante horas al ver tu sonrisa, te quiero para besar tus labios infinitamente. Te quiero para hoy y para mañana, te quiero para siempre. Pero no te quiero como se quiere la gente hoy en día, te quiero como solo yo se quererte, te quiero a ti, por como eres, por como me hacer ser y sentir. Te quiero de...
No le dejó acabar de hablar, le calló con un beso, un beso tan de verdad, un beso tan sincero que parecía que le estuviera contestando con otro "Te quiero".
-¿Entonces ese beso es porque crees que he dicho alguna mentira?
Le pregunto él entre sonriente y preocupado.
-Ese beso es para que te quede claro que yo a ti te quiero el doble.
Le dijo ella a él. Entonces él la beso y enfadado le dijo.
-Has perdido, no vale decir mentiras.

lunes, 21 de octubre de 2013

Mi vieja cámara de fotos.

Es tan simple como mirar por el objetivo de mi vieja cámara de fotos. Mi primera cámara de fotos. Hacía años que no la veía. Recuerdo que jamás tuvo carrete. Me tocaba hacer fotos mentales de cada cosa. Yo tan solo guiñaba mi pequeño ojo derecho y ponía el izquierdo en la mirilla. La de infinidad de cosas que veían mis ojos, la de capturas mentales que le hice a todo... Ya no recordaba esa vieja cámara de juguete, esa vieja cámara que nunca soltaba. Recuerdo cuando imaginaba lo perfectas que quedarían las fotos sacadas con mi cámara, pero jamás pude hacer ninguna. Solo las recordaba en mi mente. Y hoy, cuando la he visto, cuando he guiñado mi ojo derecho y he puesto el izquierdo en la mirilla, he visto cada foto, cada foto que me esmeré por recordar. He visto cada recuerdo, he recordado cada momento que vi a través de esa vieja cámara. Es como echar una mirada al pasado para no olvidarlo. Es increíble como todavía lo recuerdo todo. Toqueteé todos los botones de esa cámara cuando era pequeña, y ahora, cada vez que los toco, es como volver a ser esa canija que iba por ahí fingiendo que le hacía fotos a la gente con su pequeña cámara rosa de juguete. 


Sus ojos la engañaban.

Intentó estar a su propia altura, a la altura que creía que ella misma necesitaba. Intentó superarse, para ser mejor que ella misma. Luchó contra una idea que había en su cabeza, luchó contra el reflejo de un espejo que cada vez parecía estar más borroso. Intentó borrar errores que no existían. Intentó tapar mentiras en las que todavía creía. Intentó callar sus propias críticas, sus críticas hacia si misma. Intentó ser fuerte, quiso luchar contra si misma, y eso jamás es fácil. Tan solo quería ser mejor, tan solo quería superarse, ser lo suficientemente buena como para gustarse. Pero no pudo, no pudo gustarse lo suficiente como para olvidar lo que sus ojos veían constantemente. Esos kilos que creía tener de más. Esos defectos que tan solo ella veía. Mientras sus ojos la engañaban, ella seguía luchando, no iba a parar hasta verse como ella necesitaba verse, sin saber que ella ya era lo suficientemente perfecta como para al menos gustarse a si misma. Ella no sabía que lo que estaba apunto de perder no eran unos kilos de más... Lo que ella iba a perder era mucho más que eso, lo que ella iba a perder era algo que jamás iba a conseguir recuperar. No le dio tiempo ni ha despedirse de si misma. Su intento fallido de perfección se redujo a cenizas. Nada por lo que había luchado valía la pena ahora. Lo había perdido todo, desde el momento en que no supo diferenciar entre la realidad y lo que sus ojos le hacían ver.

lunes, 14 de octubre de 2013

ABRE LOS OJOS.

Abre los ojos, hay alguien ahí que pregunta por ti. Que dice que te quiere, que le gustas, que echa de menos tu sonrisa, que necesita verte reír de nuevo. Hay alguien ahí con ganas de abrazarte y de decirte que todo va a ir bien. Te está buscando, no para de decir que te necesita a su lado todo el tiempo, que necesita darte los buenos días, darte las buenas noches. Alguien que necesita morder tus labios y besar tu cuello. Alguien que solo desea susurrarte cosas al oído mientras te abraza por la espalda. Alguien que lo único que quiere es empezar una guerra de cosquillas que acabe con unos cuantos besos, unas cuantas caricias, unos cuantos "Te quiero" sinceros... Abre los ojos y deja de buscar a alguien perfecto, porque tienes a la persona más perfecta delante tuya y no eres capaz de verlo. Está ahí día a día, haciéndote reír cuando te ve mal, hablándote de tonterías solo para poder escuchar tu voz, mirándote mientras no te das cuenta, sonriendo cada vez que tu sonríes. Mantén los ojos bien abiertos, seguro que incluso esta más cerca de lo que crees.

jueves, 3 de octubre de 2013

¿Y si te olvido?

No entiendo por que sigo buscando tu mirada entre las suyas, si se que ya no estas... No se porque sigo sonriendo al escuchar tu nombre, si se que tu ni siquiera te acuerdas del mio. No se porque aun me duele que le sonrías a otra que no soy yo. No me entiendo. No se que me está pasando. Yo no soy así. No entiendo porque cada vez que
me hablas se me acelera el corazón ni porque cada vez que te ríes me dan ganas de reír contigo. No entiendo porque cada vez que necesito un abrazo pienso en ti. No se porque todavía me sigues importando. No se porque todavía me molesto en mirar tu última conexión. Que más me da. Si ya te dije que yo pasaba de estas cosas. Que yo pasaba de pillarme por alguien. Que a mi ese royo de depender de otra persona no me gusta.Pero es que contigo es diferente, contigo me dan ganas de hacer todo y más. Contigo me dan ganas de pasar días enteros riendo, solo para poder ver tu sonrisa infinitamente. Contigo me gustaría ver películas los domingos y empezar una guerra de palomitas, seguida de unas cuantas cosquillas y unos pocos besos. Contigo me encantaría tumbarme en la hierba recién cortada, a contar las estrellas, mientras fantaseamos con todo lo que nos gustaría hacer dentro de unos meses. Contigo me gustaría pasear por la arena, cuando sea octubre, cuando no haya nadie en la playa. Contigo me pasaría horas hablando por teléfono cuando estuvieras triste, si no es que he podido ir a tu casa antes. Me preocupa no tener control sobre estas cosas. Me preocupa que no te apetezca hacer ninguna de estas cosas conmigo. Bueno, no me preocupa, directamente se que no quieres. Directamente se que prefieres darme dos besos cuando me ves y no comerme a besos como yo haría contigo. Pero, ¿sabes que? Pienso que olvidarte sería mejor. Tan solo eres un sueño, alguien pasajero que apareció en mi mente mientras dormía. Ya encontraré a alguien real que me haga sentir especial, ¿no?.

domingo, 29 de septiembre de 2013

No quiero recordar.

Ni las canciones mas alegres consiguen hacerme sonreír. Ni las letras más tristes consiguen hacerme llorar. Mi mirada sigue fija en un punto borroso del horizonte. Mis ojos no parpadean, tienen miedo. Mi boca no pronuncia palabra alguna, está asustada. Mi cuerpo tiembla, hay algo que no va bien. El frío de la noche envuelve mi alma, helándola por completo. Un corazón de piedra dejó de intentar latir, se dio por vencido. Unos cuantos segundos de silencio. Un fuerte pitido y un adiós. ¿Por qué la vida es tan simple? ¿Por que un final para algo que tan solo acaba de empezar? No voy a olvidar nada del pasado, básicamente porque no puedo. Pero tampoco lo voy a recordar. Tan solo lo voy a dejar ahí. helándose por dentro. El tiempo se encargará del resto. Se que soy capaz de seguir, tan solo necesito un abrazo que me de algo de seguridad, unas palabras que me consigan animar, una frase que consiga hacerme reír, unos labios que consigan volver a hacerme sentir. Ojalá lo entendieras. Pero esto tan solo son palabras escritas sobre un folio en blanco, pensamientos que un día se decidieron perder. Subo el volumen de la música. Cierro los ojos, ahora toca olvidar. Olvidar el hoy y el ayer. Mañana será otro día, lo pasado pasado está. Y a seguir, como siempre.

Cuando parece que todo está perdido.

Cuando destrozan tu mundo. Cuando lo hacen pedazos. Cuando lo desprecian tanto que notas como se hace pequeñín. Cuando tu cielo se nubla y empieza a llover. Cuando notas tus piernas temblar, cuando parece que te vas a caer, cuando crees que no puedes más. Cuando te das cuenta de que sonreír las 24 horas es imposible. Cuando la gente te empieza a fallar, cuando empiezan a no estar ahí. Cuando olvidas el motivo por el que seguías luchando, el motivo de tu sonrisa o el motivo que todavía te mantenía en pie. Te caes. Te caes y te golpeas de frente contra el suelo. Una nube de polvo gris te envuelve impidiéndote ver por donde seguir. Tus recuerdos nublan tu mente. Sus palabras hacen que tu corazón se encoja, hacen que tus ojos lloren, que tu sonrisa se borre. Ese es el momento en el que pierdes todo lo que creías tener. Ese es el momento en el que te das cuenta de que no puedes confiar en nadie. Es el momento en el que te das cuenta de que todo es efímero, de que nada es para siempre. Todo va, todo viene. Todo lo que está se va, y pocas veces vuelve. Estás oculta tras una burbuja de mierda que te impide ver por donde seguir. Nadie puede oírte gritar, nadie pude verte llorar, nadie puede entenderte. Y entonces, cuando por fin te has dado por vencida, cuando por fin vas a cerrar los ojos, aparece esa mano, aparece esa mano que tira de ti con fuerza. Esa mano que te saca de ahí, que te hace recordar lo que es vivir y lo bonito que es sonreír a la vida.