lunes, 21 de octubre de 2013

Mi vieja cámara de fotos.

Es tan simple como mirar por el objetivo de mi vieja cámara de fotos. Mi primera cámara de fotos. Hacía años que no la veía. Recuerdo que jamás tuvo carrete. Me tocaba hacer fotos mentales de cada cosa. Yo tan solo guiñaba mi pequeño ojo derecho y ponía el izquierdo en la mirilla. La de infinidad de cosas que veían mis ojos, la de capturas mentales que le hice a todo... Ya no recordaba esa vieja cámara de juguete, esa vieja cámara que nunca soltaba. Recuerdo cuando imaginaba lo perfectas que quedarían las fotos sacadas con mi cámara, pero jamás pude hacer ninguna. Solo las recordaba en mi mente. Y hoy, cuando la he visto, cuando he guiñado mi ojo derecho y he puesto el izquierdo en la mirilla, he visto cada foto, cada foto que me esmeré por recordar. He visto cada recuerdo, he recordado cada momento que vi a través de esa vieja cámara. Es como echar una mirada al pasado para no olvidarlo. Es increíble como todavía lo recuerdo todo. Toqueteé todos los botones de esa cámara cuando era pequeña, y ahora, cada vez que los toco, es como volver a ser esa canija que iba por ahí fingiendo que le hacía fotos a la gente con su pequeña cámara rosa de juguete. 


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