
lunes, 20 de julio de 2015
Valor(ate)

domingo, 21 de junio de 2015
Confía.
La confianza es andar por un hilo tan fino como un cabello, con los ojos vendados y sin saber que hay debajo. Caminas recto siguiendo una oscuridad infinita que desconoces. Tal vez el hilo tiemble, tal vez el hilo se tambaleé, pero tu seguirás ahí, confiando en que si caes habrá algo blando debajo, o que al menos alguien agarrará tu mano. Las pruebas de confianza consisten en cerrar los ojos y dejarse caer. Tal vez ocurra lo que esperas, o tal vez el golpe sea tan fuerte que te enseñe de una vez por todas la lección. Siempre creemos haber aprendido, pero siempre hay una pregunta que no está en los libros que hemos estudiado, o en los golpes que ya nos hemos dado.
Siempre confiamos ciegamente, nunca conseguimos quitarnos la venda de los ojos. Siempre caminamos perdidos libremente, pero de repente alguien nos coge de la mano y nos guía. Al principio todo parece una fantasía pero después te sueltan, prefieren guiarte con la voz que darte la mano. Hasta que después de un tiempo llega un día en que esa voz que te guiaba deja de sonar. Un profundo silencio te invade y ya no sabes si seguir o parar. Asusta la idea de caer, de tropezar. Acostumbrados a la compañía nos volvemos a acostumbrar a la soledad. Una soledad que nos acompaña como los anuncios en la parte más interesante de la película. Confiar consiste en saber que aunque hoy estés solo, mañana llegará alguien que te volverá a acompañar. Confiar consiste en perderse y saber que alguien te va a encontrar. Confiar consiste en saber que quien te encuentre te va a cuidar. Confiamos en quien creemos mejor, pero hasta que no vemos los peor de esa persona, no sabemos si podemos confiar o no. Confía en quien tu quieras, pero sobre todo confía en ti; verás que si te caes, tu solo te podrás
levantar.
Siempre confiamos ciegamente, nunca conseguimos quitarnos la venda de los ojos. Siempre caminamos perdidos libremente, pero de repente alguien nos coge de la mano y nos guía. Al principio todo parece una fantasía pero después te sueltan, prefieren guiarte con la voz que darte la mano. Hasta que después de un tiempo llega un día en que esa voz que te guiaba deja de sonar. Un profundo silencio te invade y ya no sabes si seguir o parar. Asusta la idea de caer, de tropezar. Acostumbrados a la compañía nos volvemos a acostumbrar a la soledad. Una soledad que nos acompaña como los anuncios en la parte más interesante de la película. Confiar consiste en saber que aunque hoy estés solo, mañana llegará alguien que te volverá a acompañar. Confiar consiste en perderse y saber que alguien te va a encontrar. Confiar consiste en saber que quien te encuentre te va a cuidar. Confiamos en quien creemos mejor, pero hasta que no vemos los peor de esa persona, no sabemos si podemos confiar o no. Confía en quien tu quieras, pero sobre todo confía en ti; verás que si te caes, tu solo te podrás
levantar.
lunes, 11 de mayo de 2015
Mira Más Allá.
A veces los días amanecen grises y no sabemos muy bien por qué. Hace calor, notas como los rayos de sol queman ligeramente tu piel, pero el cielo está lleno de nubes. Son ese tipo de días que por más que avances parece que el camino solo va cuesta arriba. Te cansas con facilidad, necesitas parar a respirar cada tres pasos que das. Intentas convencerte de que es un día más, de que la cuesta tan solo es algo mental, de que pasará rápido y mañana será un día mejor. Pero en tu cabeza hay una voz que insiste en que no puedes más, en que hoy no es un día del montón, en que hoy necesitas un empujón para seguir.
Y mientras tu cabeza inquieta piensa, tu corazón se siente solo porque no ve a nadie capaz de ayudarte. No encuentra ese apoyo del que tu mente no para de hablar, ese brazo que te cogerá y te ayudará a escalar la cuesta, o ese hombro que estará ahí para consolarte cuando te rindas y caigas rodando. Realmente es la preocupación lo que despierta tus recuerdos, y te hace pensar en esos momentos en los que no te faltaron abrazos cuando los necesitaste. Esa sensación de necesitar algo y no tenerlo, ya sea por errores, por cagadas si hablamos más libremente, por fallos, por mentiras, por despedidas antes de tiempo o por razones que solo un viaje en tren puede acortar, esa sensación de vacío interminable que te invade, no es real. La cuestión es que cuando nos empeñamos en ver el día gris, olvidamos que por encima de las nubes hay alguien capaz de echarnos una mano. Solo tenemos que abrir los ojos y darnos cuenta de que el camino solo está cuesta arriba dependiendo desde el lado en que lo mires.
domingo, 1 de marzo de 2015
Ilusiones que Ahogan.
Siempre tratamos de buscarle una explicación a todo para consolarnos; decimos que todo ocurre por algo, que algo ocurre y lo cambia todo. De algún modo las cosas malas siempre tienen un por qué y las buenas un "¿por qué no?". Intentamos alegrarnos con cada rayo de sol, pero se nos escapa una lágrima cada vez que llueve en nuestro interior. Rompemos las cadenas que nos mantienen en el fondo y a base de ilusión huimos de lo más hondo. Nadamos hasta una superficie que nunca llega, y al sacar la cabeza notamos como la luz de la realidad nos ciega. Me gustaría vivir en eternas mentiras de esas que no duelen nada, pero la verdad es tan dura que con solo una mirada ya te hunde. Y da igual cuando aire hayas cogido, no importará cuanto tiempo hayas vivido, que si el error que vas a cometer te va a hacer feliz lo mas mínimo, ni tu propia conciencia conseguirá quitarte el ánimo. Serás como una bomba cargada de ilusión corriendo hacia un incendio, ardiendo entre deseos por lograrlo, por conseguir alcanzarlo sea cual sea el precio a pagar. Y aunque sepa que me voy a ahogar preferiré nadar hacia el fondo, para coger impulso y llegar a la superficie, para gritarle al mundo las verdades que escondo.
domingo, 15 de febrero de 2015
Paciencia Desaparecida

martes, 10 de febrero de 2015
Sociedades Ciegas.

domingo, 8 de febrero de 2015
Dudas Que Riman
Hay momentos en los que simplemente necesitas desconectar de un mundo que deseas que sea de mentira, el desconocido país de Nunca Jamás pero sin un Peter Pan que te lleve a conocerlo. Cuando alguien hace una pregunta el cerebro humano tarda escasos segundos en responderla, menos cuando la pregunta es demasiado difícil y no tiene respuesta, o cuando lo difícil es pronunciar en voz alta lo que tus tímidos labios prefieren callar. Pero hay veces que las preguntas más breves son las que tienen las respuestas más eternas, en mi caso esa eternidad se ha convertido en meses. Meses de eternas dudas sobre que prefiero ver, si a mi riendo o haciendo reír a la persona que mis labios censuran con sonrisas cada vez que mi mente la piensa. Meses reflexión sobre "¿por qué?" o mejor dicho "¿para quien?".
Es difícil abandonar algo que necesitas más que respirar,
algo que cubre las partes rotas de tu alma con tiritas,
algo que resucita los recuerdos transformándolos en historias bonitas.
La felicidad es fugaz como una estrella;
transforma tu sonrisa en un disfraz
y las verdades en mentiras de verdad.
Y otra vez golpeo mi cabeza contra la realidad
que me aturde cada mañana cuando suena el despertador,
la vida es la que respiras y no la que deseas aunque te cause dolor.
Y otra vez golpeo mi cabeza contra la realidad
que me aturde cada mañana cuando suena el despertador,
la vida es la que respiras y no la que deseas aunque te cause dolor.
Aguanto la respiración unos segundos,
a ver si llega de otro mundo el oxígeno que respiro.
Prefiero tragar piedras toda la vida arriesgando,
que hacer lo mismo de siempre y fingir que voy volando.
Cogeré aire y me lanzaré de cabeza,
si la tristeza vacía la piscina solo será un golpe,
aunque sí está llena, puede que me ahogue.
Cogeré aire y me lanzaré de cabeza,
si la tristeza vacía la piscina solo será un golpe,
aunque sí está llena, puede que me ahogue.
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