sábado, 2 de noviembre de 2013

No des las cosas por hechas.

Parece fácil. Parece sencillo, simple, alcanzable... Parece que en un abrir y cerrar de ojos será tuyo. Parece que sin apenas esfuerzo lo vayas a conseguir. Pero no es así. Es mucho más complicado de lo que parece, pero eso no lo sabes porque no te has molestado ni en intentarlo. Crees que será tuyo, que ya lo es, pero no es así. Porque mientras tu ya lo das todo por hecho, hay otros que seguimos luchando día a día por conseguirlo, por hacerlo nuestro. Hay otros que mientras tú esperas sentado a que ocurra, lo damos todo por hacer que ocurra cuanto antes. Porque mientras tú lo subestimas todo, otros le damos tanta importancia como podemos. Apartamos todo y nos centramos en eso, en ese sueño que necesitamos cumplir, en eso que necesitamos tener, en ese puesto al que necesitamos llegar. Y tú, ¿qué haces? Ver como nos esforzamos y reírte de nosotros. Nos insultas porque crees que a ti no te hace falta hacer nada de eso. Pero te equivocas. Mientras nosotros luchamos por llegar ahí, a nuestras metas, tu te ríes sentado y despreciando lo que hacemos. Intentando que tus palabras nos frenen, nos desanimen o nos impidan seguir. Pero así no vas a conseguir nada, porque cuando nosotros hayamos llegado a nuestra meta, tu todavía no habrás empezado a luchar por lo que quieres, tu todavía no habrás empezado a subir escalones, tu todavía no habrás visto la meta. Y cuando nosotros seamos felices porque hayamos logrado lo que queríamos, tú llorarás, triste y solo, viendo que no tienes nada, desanimado, sabiendo que ya no lo puedes lograr, que ya no puedes destacar. No des las cosas por hechas hasta que realmente no lo estén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario