La vida es demasiado injusta. No se le da bien repartir. Unos muy guapos otros muy feos, unos muy listos otros muy tontos. Pero la vida es así, y cada uno la vive a su manera. Cada uno con sus problemas, con sus defectos, los cuales a veces, nadie más ve. Nadie es perfecto. Nadie es mejor que tu, ni peor. Con esto no quiero decir que todos seamos iguales, para nada. Todos somos diferente, especiales, raros. Si, somos raros, nunca encontrarás a nadie igual que tu.
Encontrarás a gente que tal vez se parezca a ti, esas personas, después, serán tus amigos, porque ellos son los que te entienden. Pero también encontrarás gente muy opuesta a ti, gente que no entienda ni tu forma de hablar, ni tu forma de reír. Gente que lo único que intentará es hacerte llorar, porque si, porque hay gente así. Ya te dije que la vida no sabe repartir. Pero esa gente es así porque no encontró a nadie con quien compartir sus problemas, nadie con quien compartir sus gustos, nadie que se le parezca. Se sienten solos, por eso intentan hacerte llorar, para hacerte sentir solo a ti y así ellos sentirse mejor.<Pero... ¿y que pasaría si no te vieran llorar? ¿Qué pasaría si se dieran cuenta de que no han conseguido hundirte? ¿De que no pueden contigo? Se sentirían más solos, se sentirían sucios de ver que tu eres tu mismo y no te hace falta que un par de tontos vengan a intentar cambiarte. Se tú, y no una copia de alguien que parece mejor. Que no te cambien, hay mucha gente como tu por ahí buscándote, no te rindas.
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