
martes, 18 de noviembre de 2014
Mundos interiores.

lunes, 17 de noviembre de 2014
Almas Perdidas.
Ahorcó su alma entre un millón de porque's sin respuesta, entre un millón de preguntas sin interrogantes. Atravesó con la fina cuchilla de la verdad todos sus recuerdos haciéndole ver a su mente que eran falsos, que tan solo eran mentiras que su cabeza había creído.
Fue el humo áspero el que inundó sus pulmones y el cual se negó a escupir, ahogando su aire con él. Perdiendo la noción del tiempo y el espacio dejo que el whisky y el insecticida acabasen con el resto de sentimientos, aseguraba que tenía mariposas devorándole el estómago por dentro. La locura ya había ocupado cada centímetro de su cuerpo vacío de realidades, relleno de escusas que la hacían menos mala. Los errores pasaban a un segundo plano cuando veías las cicatrices que escondía su mirada. Mirarla a los ojos era como leer un libro escrito con letras blancas sobre páginas blancas, incomprensible. Flotaba perdida de boca en boca con cada rumor que creía definirla, pero ni ella misma era capaz de encontrar un adjetivo que pegara con su nombre. Perdió el interés por recordar, así que se pegó un disparo mental con el dedo índice apuntándose a la sien. Un balazo ficticio que la hizo caer en un agujero vacío de realidades, lleno de palabras difusas, de sentimientos poco claros, de letras inquietas que le restaban sentido a la vida. Su mente carcomida por palabras bonitas y su corazón llenos de clavos, cuyo propósito tan solo era sacar al anterior, se vieron perdidos. Ya era demasiado tarde para intentar entender la vida, demasiado tarde para poder sobrevivir en ella. Su futuro fue cercano y su pasado quedó borroso. Presente ya no tiene, pues perdió su propio ser en una batalla contra ella misma. Cambió, dejó atrás los porque's, se limitó a dar respuestas sin sentido a preguntas retóricas, maduró y creció, pero su alma seguía colgando de aquella cuerda.

domingo, 16 de noviembre de 2014
Gritos Callados.

tu cerebro.
jueves, 13 de noviembre de 2014
Sentimientos.

lunes, 27 de octubre de 2014
Relax.

sábado, 25 de octubre de 2014
Orgullo bipolar.
No importa cuantos días pasen desde que te fuiste. No importa cuanto tiempo pase hasta que te vuelva a ver. No importan ni los kilómetros ni los miles de "buenos días" que me prometiste y que no me has dado. Da igual cuantas mentiras nos hayamos dicho o cuantas veces nos hayamos "equivocado" de conversación al decirnos alguna cosa bonita. No importa que se nos olvide llamarnos de vez en cuando, no importa que estemos semanas sin dirigirnos la palabra, no importa cuanto pueda llegar a odiarte cuando veo esas fotos tuyas tan sonriente y con otra al lado que no soy yo. No importa lo feliz que estés sin mi o la poca falta que parece que te hago. No importa nada de todo eso, me da igual necesitar tus abrazos y que tu ni siquiera te acuerdes de mi olor. Todo eso no importa porque siempre llega un día en el que de repente me envías ese mensaje diciéndome que aún te acuerdas de mi, que me echas de menos. Esas palabras son capaces de ocultar todas esas heridas abiertas, de olvidar todos los errores, de borrar todas las mentiras. Esas simples palabras son capaces de dibujar las sonrisas mas bonitas en mi cara y de recordarme por qué aún tengo ganas de abrazarte. Esas palabras me hacen poder respirar hondo sin sentirme rota, sin tener ganas de romperme. Ese "me acuerdo de ti" despierta esas mariposas que parecían cadáveres en mi estómago y ese "te echo de menos" desgarra mi estómago para que las muy putas puedan salir a fuera. Porque mi cabeza es mucho más retorcida que cuatro palabras bonitas; "Coge tus mentiras baratas y véndeselas a otra que se las vaya a creer". Si tanto me echases de menos vendrías a abrazarme y me lo susurrarías al oído, no me mandarías un mensaje mugriento desde tu sofá porqué te aburres y has encontrado mi nombre por casualidad entre tu lista de contactos.
Llueve.

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