jueves, 13 de noviembre de 2014

Sentimientos.

Los sentimientos no se pueden manipular, tu no eliges a quien querer, ni de quien enamorarte. Tu no eliges el nombre que te produce las sonrisas ni el que te retuerce las tripas. Tu no decides cuando dejar de sentir o cuando dejar de querer a alguien. Lo único que puedes hacer tú es despedirte de esa persona a la que tu corazón ha rechazado. Tú eres el responsable de transmitirle con palabras a una persona a la que le decías te quiero que ya no la quieres. Tú corazón es caprichoso y tus labios los culpables de demostrar tanto el cariño como el vacío que sientes. Tanto los sentimientos como las despedidas. Somos indecisos, locos que caminan solos por un mundo de gente cuerda. Solos, buscando a gente con la que poder enloquecer. Somos imanes con polos iguales que se repelen una y otra vez, nos lanzan a kilómetros, nos hacen rebotar de imán en imán hasta que chocamos con uno que tiene un polo opuesto al nuestro y al cual nos quedamos pegados. Los polos opuestos se atraen, pasan tiempo juntos, se gustan, cambian el uno por el otro hasta parecerse tanto que dejan de ser polos opuestos y vuelven a repelerse. Vivimos perdidos intentando encontrarle sentido a cosas que no lo tienen. Buscando respuestas a pregunta sin incógnitas. Perdidos entre demasiadas decisiones que hacen girar nuestras vidas hasta 180º. Algunos viven siendo imanes que perdieron sus polos tiempo atrás, imanes que solo esperan que alguien se acerque para repararles o simplemente para compartir un poco de sus polos con ellos. Otros tienen una mitad negativa y otra positiva, suelen estar solos o al contrario, pegados a todo el mundo. Tú no eliges que imán quieres ser, simplemente estás destinado a caminar perdido hasta que alguien loco te acerque a una nevera llamada vida y te diga: Eres libre.

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