martes, 17 de noviembre de 2015

Frases Heladas

Con las manos heladas, el alma enrabiada y las palabras claras, me tiembla la voz si le grito al pasado. Disparo mentiras que atraviesan corazones pero que ni yo misma me creo, dando tiempo a que los recuerdos se vuelvan suicidas y salten al vacío que aún guardo en el lado izquierdo. Respiro hondo antes de abrir los ojos cada vez que parpadeo para hacer borrosa la realidad, por si lo que veo me consigue asustar. Pero el miedo es tan pasajero como el amor; querrás a alguien hasta que encuentres a alguien que te haga sentir mejor, temerás algo hasta que descubras que hay algo mucho peor. A mi me asusta el silencio que produce la gente cuando se rompe, cuando sus pedazos caen al suelo y se te clavan en la suela de los zapatos. Nada es capaz de unir las piezas de un corazón roto, de un alma triste anclada a la soledad, sin cuerpo mediante el que respirar, sin voz mediante la que gritar. Con los puños de la sudadera me cubro las manos como si eso fuera a quitarme el frío, con sus abrazos me cubro las heridas como si eso fuera a quitarme el dolor. Busco calor en frases sin sentido que me dijo cuando llevaba dos tragos de más. Encuentro realidades entre sus silencios que me niego a creer por si son bromas disfrazadas de verdad. Con las armas cargadas de paciencia agotada me dispararé en un hombro, acabaré con la gente que habla a mis espaldas pero el problema es que también con quien me las guarda. Y es que si la amistad fuera tan efímera como un disparo, caminaríamos de espaldas al futuro asustados, por si los fantasmas del pasado vienen armados con puñales a recordarnos por qué los abandonamos.

1 comentario:

  1. Grandes verdades. La soledad, cruel y dolorosa, como las personas.

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