lunes, 31 de marzo de 2014

Olvida lo que te mata.

Vamos a cerrar los ojos, vamos a dejar que el tiempo pase, vamos a dejar que las imágenes se hagan recuerdos y las palabras simples canciones. Vamos a bajarle el volumen a las voces, a los ruidos, a los insultos... Vamos a borrar las miradas de odio, vamos a borrar lo que vimos. Vamos a esperar unos segundos. Vamos a apretar los puños con fuerza encerrando en su interior todas las mentiras, todo el dolor. Y ahora vamos a dejar de hacer fuerza, a relajarnos, para que todo se vaya, para que todo se vaya muy lejos y no vuelva nunca. Vamos a coger aire con todas nuestras fuerzas, hasta inflarnos como un pez globo. Vamos a aguantar unos segundos el aire, dándonos tiempo de pensar, o de simplemente no hacerlo, dándonos tiempo de dejar nuestra mente en blanco. Y ahora, vamos a soltarlo tan despacio que va a parecer que tenemos aire infinito dentro. Vamos a dejar que todos los golpes se olviden, que todos los moretones se borren, que todas las cicatrices se cierren. Y ahora cuando te levantes ya no vas a ser tu, ahora cuando te levantes serás esa persona que siempre quisiste ser y no pudiste por miedo a que te hundieran. Por miedo a que las criticas te hicieran caer. Ahora vas a ser esa persona que no pierde sus sonrisa por nada del mundo. Esa persona que persigue sus sueños hasta alcanzarlos. Esa persona que vale la pena, esa persona fuerte y decidida que en e fondo eres. Esa persona que no puedes ser porque todavía sigue en tú habitación llorando en silencio, esperando a que alguien se de cuenta de que está pasando.

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