miércoles, 20 de marzo de 2013

Huyamos.


-Ven, huyamos lejos.Olvidémonos de todos esto, dejémoslo atrás. Vayámonos tú y yo solos a un lugar remoto y perdido donde nadie nos encuentra jamás. Vayamos al fin del mundo si hace falta. Quiero que nos olviden y no quiero volverte  a ver llorar por su culpa, lo nuestro es perfecto y no lo pienso dejarlo escapar, ¿entendido?. (Le seca las lágrimas con el dedo) Cielo es simple, solo dame la mano y escapemos. Sin despedidas, sin que nadie lo sepa. Vayámonos antes de que sea tarde.
+No puedo hacerlo (le suelta la mano).
-¿Cómo que no puedes?.
+No, no puedo (lo aparta con fuerza).
-¿Cuál es el problema?
+No puedo olvidarlo todo como por arte de magia. Lo dices y parece fácil, ¿pero a dónde vamos a ir? ¿Dónde vamos a dormir? ¿Con qué dinero pretendes desaparecer? No todo es tan sencillo. Esto no es una película, esto es la vida real. (Empieza a llorar de nuevo)
-¿Y ya está? ¿Piensas rendirte?
+No me estoy rindiendo, solo te digo que es imposible hacerlo, es imposible escapar de esta tortura.
-Mira cielo (le enseña unos billetes de avión).
+¿Qué es esto?(Se los arranca de las manos) 
-¿Te parece bien? Elegí París como destino, pensé que te gustaría. 
+(Sigue mirando los billetes, todavía no puede creerlo)
-(Se acerca a ella y le agarra la mano mientras le susurra) Vámonos ya, que llegaremos tarde. 

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